Si reconocemos el carácter generativo de nuestras conversaciones surge como necesidad el reconocer los distintos tipos de conversaciones en las que nos vemos involucrados en nuestra vida personal y profesional, en ese sentido se proponen varias opciones según la fuente, pero podemos rescatar como elementos comunes de estas clasificaciones que, todos nuestros esfuerzos conversacionales están orientados a:
~Construir relaciones de confianza.
~Aprender en equipo, mediante el diálogo.
~Explorar posibilidades u oportunidades.
~Llegar a las mejores conclusiones o decisiones.
~Establecer planes de acción.
~Encarar obstáculos y solucionar problemas.
Naturalmente, estos elementos no son un listado exhaustivo y pueden aparecer en forma individual o combinada dentro del contexto en el cual se desarrolla nuestra actividad conversacional.
No se asigna un rango diferenciador en lo que se refiere a la importancia relativa de cada uno de ellos, pero es necesario destacar la existencia permanente, en cualquier contexto, como propósito de nuestras conversaciones la necesidad de crear relaciones de confianza, con nuestros interlocutores.
Como consecuencia de este tipo de conversaciones – menciona Ray Stata -, uno deja de sentirse únicamente responsable de su actuación, para sentirse responsable del resultado colectivo. Esta primera distinción, respecto a la creación de relaciones de confianza, nos permite proponer como elemento metodológico para nuestras conversaciones el desarrollar, conversaciones que fortalezcan la confianza entre las partes antes de mantener una conversación para explorar posibilidades o tomar decisiones, por ejemplo.
Si el contexto conversacional esta dominado por el temor y la desconfianza difícilmente podamos construir realidades mutuamente beneficiosas con nuestros interlocutores, por eso se habla siempre, de conversaciones para establecer relaciones de confianza.
Mediante la confianza, nos sentimos animados a compartir con los demás nuestras inquietudes, nuestros pensamientos, nuestras inferencias y al descubrir ante el otro la base “lógica” de nuestros razonamientos nos abrimos a la posibilidad de encontrar nuevas opciones con distinta “lógica” que nos llevan a mundos diferentes. No hace falta insistir en ello: sin el necesario clima de confianza, nuestra capacidad de crear se cohíbe y aun inhibe.
Luego de lograda esta primera conversación podemos encarar con posibilidades de éxito los otros tipos de conversaciones señaladas conversaciones para el aprendizaje, conversaciones para la toma de decisiones, ……… leer todo el articulo.

















No hay comentarios:
Publicar un comentario